«Lo que más me llamó la atención a la hora de contratar tus servicios fue la paz y serenidad con la que te expresas, con ese cariño, amor y pasión que transmites con tus mensajes. Para mí, todo esto fue lo que hizo detonar en mi corazón la intuición de contratar tus servicios. Aparte, llevaba un año batallando con mi intención de alimentarme de manera consciente y no encontraba las respuestas de cómo hacerlo.

Antes de contratar tus servicios, me encontraba en un momento de desequilibrio alimentario y emocional. Utilizaba la comida como un ataque hacía mí. Me alimentaba de una manera, muchas veces, irracional e inconsciente. Todo ello repercutía a mi estado emocional y energético.

Tú me has acompañado en este camino con mucho amor y dándome las pautas a seguir en cada sesión. He aprendido a cómo enraizarme a través del alimento, cómo aprender a nutrirme con amor hacia mí. Escuchar a mi cuerpo y conectarme a él cada vez que lo he necesitado.

He experimentado en mí una transformación, ya que alimentarme de una forma más consciente ha cambiado la percepción, la relación con mis pensamientos, mis acciones y la manera de relacionarme con todo (relaciones, trabajo, vida).

Tras las sesiones de nutrición consciente, mi seguridad ha aumentado, me siento fuerte y bella, con un autoestima más elevado que el que tenía al empezar. He aprendido y experimentado que nutrirme de una manera más consciente me hace sentirme más positiva, más alegre, más vital y, sobre todo, quiero hacer hincapié en mi relación con la vida: al nutrirme con alimentos saludables, identifico rápidamente mi sensación emocional y corporal.

Si tengo que valorar lo que más me ha gustado de tu servicio, diría que tu trato, tus palabras y miradas llenas de amor. Me has dado seguridad y confianza para seguir con mi propósito. No nos damos cuenta de que con la alimentación nos maltratamos, castigamos o, al menos en mi caso, yo utilizaba mi alimentación en aquellos momentos en los que me sentía mal o vacía y me llenaba de alimentos poco saludables hasta hartarme y luego me sentía culpable de haberlo hecho.

Recomiendo tus servicios a aquellas personas que no tengan una buena relación con la comida. Como mínimo, que lo prueben, ya que, muchas veces, solas no podemos, no vemos el camino y necesitamos de un profesional para guiarnos en este proceso que debemos transitar.

Muchas gracias, Bàrbara, me he sentido acompañada con mucho amor, respeto y agradezco infinitamente sesión a sesión todo lo que me has aportado, lo que hemos compartido desde el principio hasta nuestro precioso cierre. Lo acomodo en mi corazón y sigo caminando.»