5 hábitos diarios para mejorar tu salud


 

El ser humano necesita referentes para iniciar y avanzar en su propio camino. Necesita tener objetivos, motivación y esperanza para seguir evolucionando. Y sobre todo, necesita volver a reconectar con la Naturaleza.

Durante milenios, el ser humano ha tenido como único referente la Naturaleza. Éramos nómadas, es decir, dentro de nuestras propias estructuras sociales, nos movíamos constantemente en busca de lugares en donde nuestras tribus podían desarrollarse y sobrevivir. Ese era nuestro objetivo principal. Y para ello, nos fijábamos en todos los elementos de la Naturaleza. Cuando las condiciones de hábitat o climatológicas no eran favorables, cuando escaseaba la comida o cuando éramos presas fáciles de otros animales, iniciábamos caminos hacía lugares en donde podríamos vivir en mejores condiciones.

Hoy en día, estos no son motivos para migrar a otro territorio.

La mayoría de la población occidental tiene cubiertas sus necesidades básicas: techo donde cobijarnos de las condiciones climatológicas adversas, comida y protección. Y no hay ningún león que nos quiera devorar por la noche mientras dormimos.

Disponemos de gran cantidad de recursos tecnológicos, la ciencia ha avanzado a pasos agigantados e incluso la medicina está adoptando paulatinamente una visión cada vez más integrativa de la salud.

Todas estas condiciones que en principio deberían favorecer el desarrollo de la sociedad, nos suelen alejar de la ciclicidad de los biorritmos y ciclos de la Naturaleza.

Utilizamos luz artificial en horas nocturnas, interfiriendo en nuestros procesos cronobiológicos (nuestro cuerpo está programado para dormir, descansar y regenerarse por la noche), utilizamos telefonía móvil que altera nuestro campo bioelectromagnético, comemos alimentos ultra-procesados que nos inflaman y que dificultan los procesos digestivos y la calidad de nuestra nutrición, vivimos a diario con un nivel de estrés que podría fácilmente igualarse al que experimentaban nuestros antepasados cuando se enfrentaban a una tempestad o eran presas de una fiera furiosa y hambrienta.

La mayoría de las dinámicas que estamos adaptando en esta etapa de la evolución de la humanidad, no son muy naturales, aunque las hayamos normalizado y tengamos la impresión que no podemos vivir de otro modo.

Dejar a un lado la Naturaleza como referente, nos está pasando factura.

La sociedad estresante y estresada, ferozmente consumista de todo tipo de recursos y con estilos de vida artificiosos y artificiales en muchas maneras, nos convierte en humanos con condiciones de salud muy precarias y frágiles.

Además, la cantidad de elementos tóxicos a los que estamos expuestos a diario y de forma prolongada, generan inflamación y desequilibrios en nuestro organismo; dos factores claves para la manifestación y el desarrollo de múltiples enfermedades (sobre todo de carácter degenerativo).

¿Qué factores afectan la salud?

 

Estos son algunos de los factores que van dañando nuestra salud paulatinamente sobre todo cuando estamos expuestos a ellos de manera habitual:

 

  • TÓXICOS AMBIENTALES: contaminación del aire, contaminación lumínica y acústica, contaminación del suelo y el agua por sustancias químicas empleadas en monocultivos (plaguicidas), etc.
  • ALIMENTACIÓN INFLAMATORIA: ingerir 24/7 comida desnaturalizada y altamente ultra-procesada, comer en horas en las que el cuerpo no está receptivo por naturaleza (cenar a las 22h cada día alimentos altamente calóricos y carentes de nutrientes de calidad), cocinar con utensilios o usar productos potencialmente tóxicos.
  • INADECUADA GESTIÓN EMOCIONAL: sobreestrés y mala gestión de pensamientos y emociones asociadas, relaciones interpersonales superficiales y de baja frecuencia energética.
  • SEDENTARISMO: no realizar ejercicio físico de manera regular y tener unas rutinas sedentarias.
  • RADIACIONES: permanecer expuestos durante largos periodos de tiempo a caompos eléctricos y magnéticos alternos de baja frecuencia y a radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia (pantallas/ordenador, aparatos inalámbricos en general como tu smartphone y radiaciones WiFi), así como a radiaciones cósmicas y terrestres (alteraciones geofísicas, gas radón, etc.)

 

Estar expuesto a casi todos estos factores, hoy en día, es muy habitual. Y también es cierto que tenemos información suficiente como para reducir la intensidad, la duración y la frecuencia de exposición, y por ende, miniminizar el impacto que estos factores de riesgo pueden provocar a largo plazo en el equilibrio y en la salud de nuestro organismo.

 

hábitos saludables

5 hábitos diarios para mejorar tu salud

Implementando estos hábitos a diario, podrás prevenir diferentes desequilibrios en tu organismo y mejorar tu calidad de vida.

1.Limpia tu alimentación

  • Consume alimentos “limpios” y libres de agrotóxicos, a poder ser de producción ecológica, de temporada y de proximidad

2. Ingiere alimentos naturales

  • Alimentos – predominantemente vegetales – que estén repletos de nutrientes naturales y de antioxidantes
  • Elimina paulatinamente, y todo lo que puedas, alimentos altamente ultra-procesados, azucarados, con grandes cantidades de sales, grasas y conservantes
  • Mantén una dieta adecuada, equilibrada, variada y con alimentos lo más naturales posibles, respetando las horas de ingesta recomendadas para favorecer tu proceso digestivo

3. Equilibra tu campo energético

  • Aprende a buscar los “buenos sitios” y a evita, como luhar de larga permanencia, los espacios de intensas radiaciones terrestres o energías alteradas 
  • Aprende a gestionar tus pensamientos, emociones y acciones para crear un balance energético
  • Aprende a detectar aquello que te genera estrés y gestiona favorablemente esa emoción para expresarte desde un estado neutro
  • Relaciónate contigo mismo/a, con los demás y con el medioambiente que te rodea, de una manera más armoniosa, responsable y amable
  • Mantén tu círculo social activo, nutritivo y saludable. Nútrete de las experiencias interpersonales, son un regalo que te ofrece el Universo para tu propia evolución

4. Mueve tu cuerpo físico

  • Realiza ejercicio físico de manera regular y, a poder ser y todo lo que puedas, al aire libre
  • Muévete, camina, corre, baila, salta, ¡disfruta!
  • Tu cuerpo está diseñado para moverse, no para estar reposado sentado en una silla o estirado en el sofá la mayor parte del tiempo

5. Desconecta los dispositivos móviles e inalámbricos 

  • Aparatos tecnológicos (sobre todo los inalámbricos), eléctricos y electromagnéticos por la noche mientras duermes (WiFi, smartphone, ordenador, televisor, lámparas, etc.).
  • Wifi y datos de tu smartphone cuando no utilices activamente aplicaciones de mensajería móvil
  • De esta manera reducirás activamente la exposición a los campos electromagnéticos de baja y alta frecuencia.

 

Poniendo en práctica a diario estos pequeños gestos crearás unos hábitos más saludables para tu cuerpo y tu mente – ¡los cuáles tu organismo reconoce desde hace milenios- .

Reconecta con la naturaleza y la vida real; vuelve a todo aquello que es natural, aunque haya dejado de ser lo habitual en nuestra sociedad actual.

Que el referente principal para tu bienestar sean los ciclos y ritmos de la propia Naturaleza.


 

Me encantaría acompañarte en tu camino para crear hábitos alimentarios y de estilo de vida bajo una visión integrativa de la salud.

Si quieres mejorar tu calidad de vida y aprender a generar hábitos saludables y más naturales, estaré encantada de recibirte en tu sesión online de valoración gratuita.

 

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Estaré encantada de recibirte, sentirte y saberte.

 

Te abrazo grande y dulce

 

Bàrbara Sarriera

Dietista Integrativa y Educadora Nutricional

 

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